sábado, 8 de septiembre de 2012

Capítulo 10- Tranquilidad aparente.

Eran las seis de la mañana y no había dormido. Demasiados nervios. Pero no tenía sueño. Sentía que tenía que luchar fuera como fuera. Y no podía dormir con una guerra delante, amenazándonos con su oscura sombra, apunto de atacar. Me sentía... ¿como explicarlo? Viva. Es decir, no quería luchar, pero había que hacerlo y estaba preparada.
Atsar se había quedado dormido en el suelo. Le levanté y ambos, sin decir una palabra, fuimos hacia el bosque. Me subí a un árbol a mirar. Habían parado toda la noche y ahora estaban recogiendo, parecía que en una hora se pondrían en marcha. Me estaba desesperando. La espera me ponía nerviosa. No sabía muy bien que hacer. Pasé la mano por el hombro de Atsar. Él por mi cintura. Empezamos a caminar por el bosque. Sin darnos cuenta de lo que hacíamos llegamos al poblado unicorniano. Nos soltamos porque nadie sabía lo nuestro. Le sonreí arrugando la nariz. Fuimos a casa (castillo) de Lía y vimos las luces encendidas. Llamamos. Ella bajó corriendo y nos abrazó. Nos señaló con el cuerno el bosque y fuimos hacia esa maraña de ramas y hojas. En cuanto vimos que nadie nos podía ver Atsar y yo nos volvimos a abrazar. Y abrazados estuvimos andando un rato. Sin saber que hacer fuimos a ver la muralla y los refuerzos. Estaba todo bien hecho. No sabíamos que hacer. Fuimos a una charca que había por ahí. Estaba congelada. El hielo estaba muy blanco, por lo que podíamos subir. Yo le puse mi chaqueta debajo a Lía, le senté y empezó a deslizarse por el hielo sentada. Atsar me dio su chaqueta y yo me la puse, helada. Lía se me acercó por detrás y me soltó una risita. Le miré mal. Estuvimos patinando hasta las siete. Dejamos de patinar y salimos. Le ofrecí su chaqueta a Atsar.
-Quédatela-me dijo-. La tuya estará empapada.
-Tienes razón. Muchas gracias Atsar-dije yo dándole un beso en la mejilla.
-Volvamos al pueblo, hace frío y de tantas caidas he acabado empapado-dijo Atsar.
-Ve a tu casa a cambiarte, te esperamos fuera.
Llegamos a casa de Atsar. Él entro y yo me quedé envuelta en su chaqueta hablando con Lía...
-¿Sabes que Ali?
-Cuenta Lía...-dije yo. Había usado un tono algo sospechoso...
-Pues... Me gusta un chico del pueblo y...- no le dejé acabar. Empecé a interrogarle:
-¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Y sobretodo... ¿QUIÉN?
-Em...
-Cuenta o es lo último que no me cuentas.
-¿Te acuerdas de ese chico que está de cocinero en el castillo?
-Por supuesto.
-Pues él.
-Ams... ¿Y te gusta o salís juntos?
-Tatatatatata.
-LÍA.
-Salimos.
-Ejejejejejeje. Genial...
-¿Se lo vas a decir a Atsar en cuanto salga por esa puerta?
-Probablemente.
-Bien...
Claramente, se lo dije. Se quedó mirando a Lía riéndose y ella le pegó una coz.
Fuimos al bosque. Las tropas enemigas se acercaban. Pensé que había pasado mis últimas horas tranquilas antes de la guerra. Seguramente tenía razón. Cogimos unos prismáticos. Ya se diferenciaba que Silermiste era una chica, a Marionius la hipogrifa, a Anobit, la mano blanca. A Alexia. La ángel oscura. Esto iba a ser difícil. Poco a poco volvimos al pueblo y fuimos a avisar a la gente. Seguramente llegarían al anochecer. Se nos había pasado la hora de comer. Eran las cuatro y media. A las siete y media se les vería llegar. Se respiraba nerviosismo.
Había un refugio bajo el suelo para madres embarazadas y con niños muy pequeños. Pero no encontrábamos utilidad. Se podía hundir el suelo. Estarían mejor en algún bosque de los que rodeaban el pueblo. Y allí fueron.


Era casi de noche. Y los enemigos llegaron a las puertas. Tocaron un cuerno de lucha que vibró en nuestros oidos. La guerra empezaba.

4 comentarios:

  1. Hola Laura, soy anna del blog romance y socia del club de las escritoras.
    Me encanta como escribes y quiero seguirte.
    Te invito a pasarte por mi blog
    Besos

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    1. Alaaa! Que guaaay *-* Que felicidad, hay gente que piensa que escribo bieen!

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  2. ¡Me gusta muchito! *_* ¿Vas a matar a Atsar? Así,como pregunta sin importancia...Sé lo crueles que podemos ser las escritoras con tal de generar intriga jajaja Espero que no,que entonces traigo yo el palo -.-
    ¡Un besito!

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    1. No se a quien mataré e__ê a alguien. Solo se que quiero hacer que sufras. MUCHO ejeheje. Seré cruel. Y voy a buscarme un arma mejor que el palo

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Va, comenta, que me alegras el día!